Leyendo en blog La Ciencia y sus Demonios en concreto un artículo sobre la secreción lacrimal en ratones y su relación con la propagación de la especie, me acuerdo de el lacriméo de los cocodrilos y del llanto de los bebes. ¿Tán enrevesado soy? Pues si. Lo siento por mis tutores y educadores.
Los padres, pero sobretodo las madres, sabemos distinguir según el tono del llanto muchos matices que nos indican el estado de los bebés. Hambre, incomodidad, sueño... pero cuando los hermosos ven creciendo el llanto se vuelve mas una demostración de inconformidad, salvo en el caso que tengan dolor de verdad. Y eso también lo distinguimos.
En cuanto al llanto de inconformidad, ese sonido que taladra los oídos y cabezas de progenitores y sufrientes adyacentes, que desespera y hace enloquecer a las madres, y gritar a los padres cuando no soportan las quejas de su pareja... je,je,je, todo eso son mecanismos de autodefensa, mecanismos subconscientes que nos “ayudan” a sobrevivir.
De extra os dejo este otro enlace de estos grandes divulgadores ¿Te crees todo lo que lees en Internet?
